miércoles, 21 de marzo de 2012

Si yo fuera un dado.



Si yo fuera un dado me caería siempre al piso y rodaría bien lejos para que no me encuentren. Jugando al monópoly caería siempre en el “marche preso”, saldría siempre con el número necesario para que la gente no pueda comprar nada y tenga que pagar todo, y me esforzaría por hacerlos pagar impuestos cuando tuvieran muchos hoteles.

   En el TEG sacaría todo “1” para que nunca nadie gane nada. En la generala saldría siempre distinto a los demás dados para que nadie se acerque ni siquiera al poker, y ni hablar de cuando la gente cuente conmigo para completar una escalera.

En el ludo haría que los jugadores avancen de a un casillero y alargaría las partidas una eternidad. En el backgammon me inclinaría por un jugador, y lo ayudaría a sacar todas las fichas, antes que el oponente pueda sacar siquiera la primera.

En fin, sería un dado bastante hijo de mi madre… ¡eso si!, si llegase a conseguir laburo en un casino, no me cansaría de hacerles ganar a los clientes… ¡minga que les voy a hacer ganar plata a los empresarios millonarios de los dueños!, seré un dado malo, pero no tonto, y si yo fuera un dado, las últimas palabras de mi abuelo-dado hubieran sido: “un buen dado siempre conoce sus límites”.


Juan.
 

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