El hombre literal la pasa mal.
El hombre literal dice: “¡soy una mierda!” y se convierte en defecación.
El hombre literal la pasa muy mal.
El hombre literal le dice a su amigo: “¡sos un amargo!”, y la novia del amigo lo deja porque le da asco darle besos.
El hombre literal la pasa horrible.
El hombre literal dice “¡la puta madre!”, y su mamá empieza a trabajar en la zona roja.
El hombre literal la pasa demasiado mal.
El hombre literal dice “¡PELLE, ¿COMO LE VAS A ERRAR ASÍ A LA PELOTA ?, PEGATE UN TIRO!” y todos lloran el trágico suicidio de Cristian Pellerano en la mitad de un partido.
Todos se alejan del hombre literal, este se queda solo y sin amigos, y una tarde gris se le ocurre una idea macabra.
El hombre literal, dice audaz y con una sonrisa malévola en la cara “¡ojalá estuviera muerto!”. El hombre literal no muere, parece que con intención, no funciona.
El hombre literal la pasa para el orto.
Juan Sabena.
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