En la
historia universal de la humanidad, no sucedió una sola vez (por lo menos hasta
el momento que voy a relatar), algo tan increíble y arbitrario como lo que
procederé a contar ahora. Sucedió en una residencia común; padre, madre y dos
hijos; quizá alguna mascota doméstica. Mas específicamente, sucedió en la
biblioteca de esa casa. Una de esas bibliotecas que comprenden algunos tomos
fundamentales para cualquier biblioteca y algunos de menor importancia, fruto
de regalos o recomendaciones. En resumen, la biblioteca de una familia no muy
dedicada al placer literario. Lo sorprendente del acontecimiento no niega su
banalidad, y es tan sutil la marca que el hecho deja en el mundo, (solo en
niveles metafísicos) que casi escapa a mi omnisciencia.
En uno de los tomos (quizá La
odisea de Homero, quizá Orgullo y prejuicio de Austen, o Retrato en sepia de
Isabel Allende, o algún otro) algo cambió. Una página, o quizá un simple
párrafo.
Aparentemente el contenido real
de la obra se desvaneció dando paso a otro; tal vez metamorfoseó en el otro
texto, y se mantuvo así por breves instantes hasta que volvió a la normalidad.
Nadie supo nunca sobre esto; ningún miembro de la familia estaba leyendo el
libro cuando pasó, y aunque así fuera, difícilmente se habría encontrado justo
en la página que cambió por escaso minuto, quizá menos.
Cual fue el contenido del texto,
escapa a mi conocimiento. Sospecho que era un pasaje mágico (mas allá de la
magia absurda que lo había hecho aparecer y, mas tarde, desvanecerse). Por ahí
eran instrucciones hacia la felicidad y armonía de la raza humana. Tal vez, una
fracción del diario de un viajero de la eternidad, o quizá, (y esto es lo que
mas temo imaginar) no era nada. Tal vez eran erráticas palabras sin
significado alguno, o de algún antiguo y anacrónico abecedario extinto. Esa
idea que fácilmente rechazamos por pensar ¿Quién se puede tomar el trabajo de
ponerla ahí para que no sea comprendida? O mas inquietante aún, leída.
De todos modos, el
acontecimiento pasó silencioso, sin dejar mas rastro que alguna casi
imperceptible coma corrida, como único testamento de su existencia, que tal vez
habría sido un error de impresión. Luego de eso, el libro, con su texto
original, fue pasando por generaciones, y fue leído exactamente tres veces más,
hasta que finalmente fue destruido, en gran parte por el tiempo, pero en
definitiva por el hombre, en circunstancias que no vale la pena aclarar y no
son de relevancia para la comprensión del relato.
La realidad de ese acontecimiento había sido nula para la raza humana, y
su existencia había quedado pendiendo, de un fino hilo invisible, a mi
conciencia y juicio. Al leer ustedes este texto, su existencia se hará fuerte,
y “será” por siempre; siempre y cuando perdure el relato. ¡Alégrense!, acaban
de salvar quizás, la pieza mas importante de la auténtica magia universal.
Juan Sabena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario